
Karl Ove Knausgård sobre a tecnologia e o mundo digital.
A revista Ñ, do jornal argentino El Clarín, publica um texto do escritor norueguês Karl Ove Knausgård sobre tecnologia, computadores, ecrãs e todos esses aparatos que passaram a definir o dia a dia de parte considerável da população.
«Cómo reencontrar misterios en la era digital» é um ensaio em registo auto-biográfico, e com as digressões habituais na escrita do autor, que começa por narrar o seu primeiro encontro com um computador: «La experiencia fue lo opuesto a lo trascendental. La computadora no estaba cargada con nada, ni significado ni futuro; era una simple caja en el sótano de una casa en un paisaje de río en el fin del mundo una noche de otoño oscura y lluviosa de 1984.» Daí deriva para uma reflexão profunda sobre o impacto das tecnologias da comunicação na nossa consciência, no modo de nos relacionarmos com o mundo e com as outras pessoas e também nas estruturas sociais, políticas e culturais que nos vão moldando: «El sentimiento es de pérdida del mundo. Como si el mundo se esfumara, como si hubiera menos mundo. Esto puede parecer paradójico, especialmente si se consideran las guerras brutales, horrorosas que suceden ahora en el mundo, las cuales, con toda su muerte y sufrimiento, parecen una sobrecarga de realidad, pero llegan aquí como imágenes; son bidimensionales y manipulables, y llegan en el medio de una inundación de otras imágenes. Dentro de mí, existe un sentimiento de que lo que veo, lo controlo, y que de alguna manera tengo una perspectiva generalizada sobre eso. Todas las imágenes que vi de lugares en los que nunca estuve, personas que nunca conocí crean una especie de pseudomemoria de un pseudomundo en el cual no participo. Las imágenes llegan ya completas; no hay comunicación entre ellas y yo, no hay intercambio recíproco. Por lo tanto, así como nos gusta decir que el mundo se está abriendo a nosotros, porque podemos ver cada lugar en él, también podemos decir que el mundo se está cerrando – en toda su apertura.»

Como sempre acontece nos textos de Knausgård, a vontade de compreender um determinado assunto é perseguida de modo quase obsessivo, o que leva o autor a conversar com especialistas de diferentes áreas (não especificamente tecnológicas) e a reflectir de modo simultaneamente livre, exaustivo e sem contemplações para com possíveis choques do ego. Não é um romance, mas «Cómo reencontrar misterios en la era digital», a par com outros textos que o autor tem escrito para a imprensa, merece ser lido a par com a obra literária de Karl Ove Knausgård.